viernes, junio 20

Homenaje al Cusco

Dr. Arqto. Adolfo Saloma González
Nuestro Cusco inmortal, cuyos orígenes se pierden en el tiempo se alista a cumplir un nuevo Raymi el 24 de junio, fecha en la que, los cusqueños y cusqueñistas renovaremos nuestra decisión de seguir trabajando por su engrandecimiento y desarrollo. Somos la capital histórica del Perú, nación que está ubicada entre los cinco primeros países mega diversos del mundo, por nuestra extraordinaria biodiversidad y ecosistemas ya que tenemos el 10% de la flora, de la cual el 30% son endémicas; ocupamos el segundo lugar en especies de aves, el tercero en anfibios, el 10% de peces y generalmente nos situamos en el primer lugar en volúmenes de pesca; por nuestra diversidad genética nos consideran centro de origen. Tenemos 11 eco regiones, 28 de los 32 tipos de clima y 84 de las 117 zonas de vida del mundo. Desde el lado de la minería el Perú es el primer productor de plata a nivel mundial y tercero en la producción de cobre. En América Latina es el primer productor de oro, zinc, estaño, plomo y molibdeno. Es el tercer país a nivel mundial en reservas de oro, plata, cobre y zinc. En cuanto a minerales no metálicos contamos con depósitos de mármol travertinos, diatomita (primer productor de América del Sur), bentonita y boratos, por todo esto, somos uno de los países más demandados para la gran inversión en minería, pesca e hidrocarburos. En lo que respecta a la región del Cusco, nuestra altitud varía entre los 370 msnm a los 6372 msnm. poseemos 5 regiones naturales. Tres en la Zona Andina (Alto Andina, Meso Andina y Valles Interandinos) y dos en la Zona Amazónica (Selva Alta y Selva Baja). En estas zonas se encuentran importantes recursos Fito genéticos de plantas domesticadas como silvestres. Contamos con 9 áreas naturales protegidas, que representan el 2.6% del territorio nacional. La ciudad de Cusco está a 3360 msnm, desde la década de los años treinta del siglo pasado cuenta con planes de desarrollo, los mismos que fueron elaborados de acuerdo a los diversos enfoques que en el tiempo se dieron. En 1934, con ocasión de la conmemoración del IV Centenario de la fundación española se constituyó una comisión, la cual entre otras actividades, encargó al Arqto. Emilio Harth – Terré, la formulación de un “Plano Sistemático de Orientación Reguladora del Centro Urbano del Cusco” . En 1948 el Ministerio de Fomento confió al ingeniero Luis Dorich la responsabilidad de elaborar el “Plan Piloto Regulador del Cusco” . El terremoto del 21 de mayo de 1950 destruyó y deterioró el 99.48% de las construcciones de la ciudad de Cusco, según el historiador José Tamayo Herrera. Después del terremoto llegó la Misión UNESCO presidida por el Dr. George Kubler, Jefe del Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Yale y el arquitecto Luis Mac Gregor Cevallos, restaurador mexicano, a los que se sumó el arquitecto cusqueño Oscar Ladrón de Guevara Avilés, quienes elaboraron un informe detallado de los daños causados por el terremoto, el plan para la restauración y reconstrucción de la ciudad y el costo que demandaría . El Plan Kubler identificó cuatro (04) zonas: Zona I: Zona histórica de valor arqueológico notable. Zona a conservar. Zona II: Zona urbana modificable. Para lo que se alentaba acciones de revitalización. Zona III: Zona urbana totalmente remodelable. Zona IV: Zona urbana de expansión futura. Vale decir con excepción de la Zona I, para la que se estableció la obligatoriedad de la restauración de los edificios calificados como importantes de la época colonial, sobre todo religiosos, las demás, incluidas las construcciones incas no fueron objeto de preservación, por tanto, el resto de la ciudad podía ser intervenida para transformarla en una ciudad moderna. Las medidas económicas, políticas y sociales dictadas para la reconstrucción de la ciudad propiciaron transformaciones en su traza y configuración urbana. En ese contexto hay que ubicar el “Plan Piloto Para el Desarrollo Urbano del Cusco” elaborado por el Arq. Luis Miró Quesada a solicitud de la Oficina Nacional de Planeamiento y Urbanismo , quien en la Memoria del Plan sostuvo: “Es el momento de tomar decisiones, o continuar durmiendo o erguirse para seguir adelante. Podemos limitarnos a remendar o podemos decidir y renovar. La decisión en el Plan es renovar”. El Plan Piloto fue aprobado el 07 de mayo de 1952 para lo que previamente se emitió la Resolución Suprema Nº 282. 26.09.1951. A pesar que este plan fue el más elaborado hasta ese entonces bajo los cánones del urbanismo moderno, en función a la grilla CIAM era incompatible con el carácter histórico y monumental de Cusco, no obstante ello, su aplicación parcial trajo consigo la demolición de casonas edificadas sobre muros de piedra de factura inca, el ensanchamiento y la modificación de muchas calles y manzanas del Centro Histórico Monumental (CHM), lo que fue detenida por la decidida acción de cusqueños e instituciones internacionales que no permitieron que la ciudad continuara siendo arrasada, como cuando pretendieron demoler cuatro manzanas colindantes con la plaza mayor, para emplazar en ella el Centro Cívico. En los últimos 50 años se han elaborado diversos planes urbanos : “Plano de Zonificación”. 1964; “Esquema de Expansión Urbana”. 1972; “Plan Director del Cusco”. 1979; “Plan Cusco”. 1987; “Código Municipal para la Protección de la Ciudad Histórica del Qosqo 1992”. “Plan de Desarrollo Urbano de la Ciudad del Qosqo”. 1993. “Plan Cusco 2000”. Plan Director de la ciudad del Cusco”. 2000; “Esquema de Acondicionamiento Territorial”. 2000; “Plan Maestro del Centro Histórico del Cusco” y su Reglamento. 2005; “Plan de Desarrollo Urbano de la Provincia del Cusco 2006-2011” y su Reglamento. 2006; “Plan de Acondicionamiento Territorial de la Provincia del Cusco 2006-2016”. 2006; “Sistema de Inversiones Urbanas de la Provincia del Cusco 2006-2011”. 2006. Mediante la Ordenanza Municipal N° 032-2013-MPC de fecha 22 de octubre de 2013 fue aprobado el Plan de Desarrollo Urbano de la Provincia del Cusco 2013-2023, su respectivo Reglamento y el Programa de Inversiones Urbanas, con la siguiente Visión al 2023: “Cusco, Patrimonio Cultural de la Humanidad, ciudad metropolitana, con calidad ambiental, líder en la gestión de riesgo de desastres, económicamente competitiva, con una gestión participativa, eficiente y sostenible, donde sus ciudadanos han mejorado su calidad de vida en equidad e inclusión social”. Hemos ingresado al segundo decenio del siglo XXI, el cual demanda desde las tareas pendientes para la ciudad de Cusco cambio y transformación, desarrollo sostenible y competitividad en esta nueva etapa del conocimiento y de la globalización. Es impostergable por los merecimientos que tiene el Cusco como Patrimonio Cultural de la Humanidad y por su carácter cosmopolita convertirla en una ciudad sostenible, digital y de marca como ocurre con sus similares. La ciudad digital es aquella donde está considerablemente implantada la sociedad de la información y del conocimiento en sus ámbitos residencial, trabajo, servicios públicos y actividades privadas en temas como: teletrabajo, teleformación, teleadministración, comercio/negocio electrónico, telemedicina, cultura, ocio, turismo. Todo ello basado en redes de alta velocidad con lo que se generarán servicios de calidad y alto contenido ciudadano, estrechar los lazos del gobierno con la comunidad, fomentar la participación ciudadana, uso intensivo de las tecnologías de la información, las telecomunicaciones y del internet. La marca de nuestra ciudad debe guardar relación con los reconocimientos que a nivel mundial tiene, por ello debemos posicionarla en la red global de ciudades mediante un conjunto de representaciones coherentes basadas en nuestra historia, sobria arquitectura y el patrimonio inmaterial. Cusco, debe permanentemente expresar que es una ciudad culta, ilustrada, creativa, próspera y recreativa, es decir, la ciudad de los ciudadanos. Preservar y proteger el patrimonio no es una labor que se reduzca a la restauración de fachadas, estatuas y monumentos. Un monumento es pieza fundamental en la memoria de una nación. Pero, crear una pieza artística, una obra arquitectónica y un elemento urbano, requiere de elementos e insumos físicos para su construcción. Estos insumos presentan particularidades que guardan proporcionalidad con su magnitud y representatividad, por ello, es una desatinada e irrespetuosa decisión, de la actual gestión municipal, imponer una anodina estatua a un inca en nuestra plaza mayor. La presencia de monumentos en las ciudades son factores para la construcción de la identidad cultural como la Torre Eiffel o el Inti Huatana, pero de ninguna manera un factor de enfrentamiento, como lo que ahora sucede. Diversas características califican a una ciudad como sostenible, entre ellas la que propugna Richard Rogers , quien considera que debe ser: Una ciudad justa; donde la justicia, los alimentos, el cobijo, la educación, la sanidad y las posibilidades se distribuyan debidamente y donde todos sus habitantes se sientan partícipes de su gobierno; Una ciudad bella, donde el arte, la arquitectura y el paisaje fomenten la imaginación y remuevan el espíritu; Una ciudad creativa, donde la amplitud de miras y la experimentación movilicen todo el potencial de sus recursos humanos y permita una más rápida capacidad de respuesta ante los cambios; Una ciudad ecológica, donde la relación entre espacio construido y paisaje sea equilibrada que minimice los impactos ambientales y, donde las infraestructuras utilicen los recursos de manera segura y eficiente; Una ciudad que propicie el contacto, donde el espacio público induzca a la vida comunitaria y a la movilidad de sus habitantes, siendo la información intercambiable tanto de manera personal como informativamente; Una ciudad compacta y poli céntrica, que proteja el espacio rural, integre a las comunidades en el vecindario y optimice su proximidad; Una ciudad diversa, cuya diversidad propicie actividades anime, inspire y promueva una comunidad humana vital y dinámica. Sin embargo, la dinámica socio-política de la mayor parte de ciudades no facilita una relación fluida entre lo administrado y los poderes locales. Nuestra ciudad no es la excepción, las buenas intenciones no han pasado de ser en el mejor de los casos más que algunas actuaciones simbólicas. También es cierto que este inmenso potencial de sostenibilidad urbana ha dejado experiencias, que sumándolas nos permitirían configurar el prototipo de la ciudad sostenible. Sin pretender ser exhaustivos, pero con la intención de que sirva de referencia se requiere evaluar y actualizar los planes para formular otros, desburocratizar las gestiones de los gobiernos locales y darle mejor uso a sus recursos, los cuales prioritariamente deben atender a los sectores excluidos que carecen o son deficitarios en infraestructura básica y de servicios, los mismos que, paralelamente registran altos estados de desnutrición, tuberculosis, desempleo y prácticas antisociales. LA FALTA DE GESTIÓN CONTRIBUYE AL DETERIORO DE LA CIUDAD DE CUSCO. Los planes elaborados para el desarrollo del Cusco siempre han carecido de continuidad y por tanto desbordados por la realidad por la falta de gestión, concepto que hace referencia a la acción y al efecto de gestionar y administrar. La gestión urbana para nuestra tierra, la entendemos como el conjunto de acciones normativas, administrativas y operativas para alcanzar el desarrollo sostenible. La ciudad de Cusco presenta diversos problemas que han sido tratados en diferentes planes, sin embargo, la falta de gestión para el desarrollo sostenible contribuye al deterioro de la ciudad, conforme se puede constatar en la ausencia del tratamiento de laderas, prevención de desastres naturales, polución, contaminación sonora y visual, delimitación y recuperación de riveras de ríos, forestación y reforestación, decadencia ambiental urbana y del hábitat, tratamiento de los residuos sólidos y aguas residuales, previsión ante desastres sísmicos, intervención de cuencas, micro cuencas y quebradas. Hemos ingresado a este segundo decenio del siglo XXI con una población mayoritariamente urbana a nivel mundial y nacional, cuyas demandas no guardan relación con las actuales ofertas de alimentos, energía y agua, las que agudizan aún más las profundas inequidades, polarizaciones e inseguridades en las ciudades de nuestro tiempo. La gestión del desarrollo sostenible es un instrumento de planificación expresado en planes, programas y proyectos para resolver los problemas económicos, sociales, ambientales y de gobernabilidad, basado en una práctica trasparente y libre de corrupción. Para que podamos vivir en la ciudad las condiciones de habitabilidad y calidad de vida deben satisfacer nuestras expectativas y deseos. El problema está en que las ideas dominantes y los propósitos conscientes que conforman la calidad de vida de las personas están basados en el consumismo, la competencia, el poder, la individualidad y la cultura del objeto, relegando cada vez más los conceptos basados en la cooperación y solidaridad. Con este contexto la ciudad de Cusco debe enfrentar nuevos retos hasta llegar al año 2021 -que es emblemático por ser el bicentenario de la independencia, el referente numérico del siglo que vivimos, el Programa 21 y si no se altera el proceso electoral corresponderá al cambio de gobierno nacional- lo que debe significar la real mejora de sus instituciones, infraestructuras, equipamientos, mobiliarios, etc. a fin de brindar adecuadas condiciones de habitabilidad y seguridad a sus ciudadanos, en esa perspectiva inscribimos nuestras propuestas para ser viables con la realidad. Evidentemente los problemas que se nos vienen son cada vez más complejos pero no imposibles de ser resueltos, por lo que se requiere de una gestión urbana encaminada al desarrollo sostenible porque: Debemos estar preparados para tener en la ciudad del Cusco el año 2021, una población que supere los 600 mil habitantes, de los cuales no menos de cinco millones al año será población flotante debido a los flujos de turismo y, una megalópolis nacional en Lima con más de 11 millones. Evidentemente estas cifras reflejan la profundización del centralismo que el neoliberalismo se encargó de ahondar en la primera década del siglo XXI y de la aceleración del proceso de urbanización. Cusco seguirá constituyendo el centro del sistema urbano regional con los actuales roles y funciones, a los que se deberán adicionar el cultural, digital y de marca, que serán desarrollados junto a la actividad turística, cuya infraestructura debe ser orientada para servir también a diversas actividades culturales nacionales e internacionales. Desde el lado del uso de suelo, los cambios que se registrarán en la ciudad de Cusco modificarán sustancialmente su actual estructura, por cuanto deberán reubicarse: el aeropuerto, los terminales ferroviarios, campo ferial de Huancaro, parte del mercado de San Pedro, etc. En esa perspectiva la ciudad continuará su expansión hacia Huacarpay por el Este y Poroy por el Oeste, lo que se reforzará con el aeropuerto de Chinchero. A pesar del tiempo transcurrido, 40 años, nunca nos arredramos y por el contrario seguimos luchando para hacer realidad esta obra que es complementaria a la carretera interoceánica, por ello el día 25 de abril del presente año fue adjudicada la construcción y administración el aeropuerto internacional de Chinchero por 40 años al Consorcio Kuntur Wasi, integrado por las empresas argentina Corporación América y la peruana Andina Investment Holding. Por otra parte, esta sociedad ya gerencia los terminales aéreos de Arequipa, Juliaca, Puerto Maldonado, Tacna y Ayacucho. El futuro aeropuerto de Chinchero funcionará las 24 horas del día durante los 365 días del año y tendrá capacidad para recibir 5 millones de pasajeros en una primera etapa. Pero, luego podrá ampliarse para atender hasta 8 millones de visitantes al año, con una inversión total de US$ 658 millones. Mientras tanto, peligrosamente y con la complacencia del Gobierno Regional y de los gobiernos locales provinciales y distritales de Calca y Urubamba se viene cambiando el uso de suelo agrícola de los predios, con lo que irreversiblemente se pierde parte del patrimonio natural dedicado al cultivo de especies endémicas como el maíz blanco. Se requiere un plan de ordenamiento territorial y disposiciones drásticas que impidan el cambio de uso del suelo agrícola, con fines de urbanización y de infraestructuras para el turismo. Continuar con la destugurización, recuperación y conservación del CHM, consolidar los ejes de crecimiento con asentamientos humanos debidamente equipados, propiciar el pleno empleo del sistema vial de la ciudad afianzando las vías longitudinales, transversales y expresa, y por cierto la construcción de la vía de evitamiento, que es diferente a la improvisada avenida de evitamiento que viene ejecutando el gobierno regional. Merece especial atención la vía de evitamiento que plantea el Ms Cs. Ing. Enrique Saloma González para la interoceánica, quien propone que esta vía debe empezar en Urcos y paralela a la línea férrea llegar a Huambutío-Pisac- puente Pachar- Huarocondo-Zurite-Vía Interoceánica. Esta alternativa apenas requiere en toda la ruta 24 Km. de carretera asfaltada, es decir 35 millones de soles. Además permitiría bajar la presión del flujo vehicular entre Cusco y Urcos, así como la distancia entre Cusco-Quillabamba disminuirá sustancialmente porque se utilizaría la nueva carretera periférica de Ollantaytambo-puente Pachar-Huarocondo-Izcuchaca y su interconexión con la vía Interoceánica. Otro tanto debe suceder con el Ferrocarril que debe ser ampliado con una nueva vía, para que en paralelo pueda discurrir movilizando a sus usuarios de Urcos a Anta. El racional uso de suelo implica espacios adecuados para vivienda, trabajo, ampliación y construcción de nuevas infraestructuras de servicios básicos, comunales, recreativos, deportivos, equipamientos y mobiliarios. También significa resolver los problemas vinculados al ambiente y a la calidad de vida del poblador, para ello, se requiere recuperar y descontaminar los ríos que cruzan la ciudad, construyendo y ampliando los sistemas de alcantarillado para aguas servidas y pluviales, así como nuevos rellenos sanitarios técnicamente manejados. La reforestación sostenida de las cuencas y laderas del valle del Cusco significa no sólo la seguridad sino la restitución y revitalización del ambiente. De igual manera deberá ocurrir con el cumplimiento de las previsiones sobre sismicidad, geodinámica, áreas inundables, de deslizamiento, etc., que han identificado espacios no adecuados para la localización de asentamientos humanos. En Cusco, la ciudad sostenible que se comprometen construir los candidatos a la Municipalidad en su campaña política, es abandonada cuando llegan al Gobierno Local. El ser humano es el elemento central del desarrollo sostenible, que incluye vivienda adecuada para todos y asentamientos humanos sostenibles, sólo así tendrá la oportunidad de llevar una vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza. Por ello, las gestiones municipales mínimamente imbuidas en esta temática están obligadas a propiciar que los asentamientos humanos sean sostenibles asegurando el uso eficiente de los recursos, teniendo en cuenta el principio de precaución y ofreciendo a todas las personas, en particular a los grupos vulnerables y desfavorecidos, las mismas oportunidades de llevar una vida sana, segura y productiva en armonía con la naturaleza y su patrimonio cultural y, valores que garanticen el desarrollo económico y social y la protección del ambiente, contribuyendo así, a la consecución de los objetivos del desarrollo sostenible. Existen recursos económicos, sin embargo no son debidamente administrados, a pesar que la región y la ciudad del Cusco son altamente sensibles frente a los fenómenos de la naturaleza y al manejo de los recursos naturales no renovables, por lo que, se requiere de una gestión sostenible y de los recursos económicos necesarios para su ejecución. Los recientes movimientos sísmicos han puesto de manifiesto la vulnerabilidad de la ciudad, siendo la falla de Tambomachay la que ha desestabilizado aún más las precariedades geológicas, a lo que se suman los deslizamientos en las quebradas, inundaciones, manejo de los residuos sólidos, aguas residuales y contaminación del aire. Existen de igual manera un conjunto de reivindicaciones que deben ser atendidas desde el Gobierno Central no sólo en favor de nuestra ciudad sino de la región, como es el uso regional del Gas de Camisea, mediante la construcción de una planta de fraccionamiento de los hidrocarburos en Kepasiato, una central térmica de 600 MW en Quillabamba, un gasoducto y un poliducto para que el gas y los líquidos sean procesados en Anta y luego continuar hacia el Gran Sur; transferencia de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco al Gobierno Regional y el íntegro de los recursos que recauda para la conservación, preservación y puesta en valor del patrimonio cultural; atención inmediata al problema agrario; fábrica de cemento; construcción y asfaltado de las redes viales interprovinciales; atención a los sectores de salud y educación con sueldos decorosos y ampliación y mejora de su infraestructura; sesión descentralizada del Consejo de Ministros en Cusco para que solucione las demandas regionales y locales. Finalmente, nuestra ciudad requiere que la gestión del gobierno local esté articulada con las dimensiones económica, social, ambiental y de gobernabilidad, lo cual demanda que seamos actores legítimos e insustituibles en la construcción de nuestra ciudad sostenible. En este nuevo Raymy los cusqueños y cusqueñistas reafirmamos nuestro compromiso de cambio, desarrollo sostenible, equidad, justicia social y engrandecimiento de nuestro amado Cusco. Haylly Qosqo.

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